En fecha reciente la Revista Semana publicó un interesante artículo titulado “¿Los escritores pueden vivir de sus libros?”, según el cual, tanto históricamente como en la actualidad, resulta casi una utopía plantearse vivir la vida como escritor y esperar recibir los beneficios económicos justos y necesarios para seguir creando.
Si bien muchas de las historias y anécdotas allí narradas son ciertas y dibujan casi a la perfección la realidad de una profesión que para muchos pasa desapercibida, desde el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos, quisimos terciar en la discusión, haciendo especial énfasis en la importancia de seguir construyendo una cultura alrededor de los derechos de autor que pueda asegurar mejores entradas económicas tanto a los autores como a los editores de sus obras.
Y es que efectivamente Colombia, a pesar de ser un país reconocido internacionalmente por sus excelentes escritores, sobre todo en el campo de la ficción narrativa, aún no ha sabido explotar los múltiples beneficios que el derecho de autor y la unión gremial puede llegar a representar para nuestros escritores y editores de libros de texto.
Es por ello que, para compensar a los autores y editores por los usos que hacen terceros de sus obras, bien sea mediante fotocopias o copias digitales de sus libros, el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos completa ya más de 15 años en la batalla por recaudar, administrar y repartir a sus socios los beneficios por derechos reprográficos que tales usos suponen.
Sin ir más lejos, en el período de los últimos tres años, CDR ha repartido entre sus socios afiliados una cifra cercana a los 1.500 millones de pesos, como fruto de una labor constante y no siempre sencilla para poner en cintura a los negocios de fotocopiado y a las plataformas digitales que comparten textos, la mayoría de las veces sin contar con los debidos permisos de los autores y editores de sus obras.
Si bien sabemos y damos la razón en gran medida al artículo de Semana, desde CDR seguimos extendiendo una invitación a todos los escritores y autores residentes en Colombia, con al menos un libro publicado y registrado con ISBN, para que se acerquen a nuestra entidad y conozcan los beneficios que ofrecemos, estando seguros que, como reza el viejo refrán, “la unión hace la fuerza”.
Solo de esta forma, como autores y editores unidos por nuestras necesidades y con la urgencia de que nuestros trabajos sean respetados y valorados en su justa medida, podamos seguir escribiendo, editando y publicando las obras que educan y entretienen a miles de colombianos y personas de todo el mundo raza o nacionalidad, pues los libros en un sentido amplio y profundo no tienen fronteras.
Por estas razones, si usted es escritor o editor de obras publicadas en Colombia, solo resta invitarlo nuevamente a que conozca un poco más acerca de nuestra entidad para que así, algún día pueda decir con nosotros: “Sí. Los escritores en Colombia sí pueden vivir de sus libros”.