Son pocos los autores o editores de contenidos educativos en la actualidad a los cuales resulta ajeno el tema de la gestión de los derechos reprográficos de sus obras, tanto en los sistemas tradicionales como la fotocopia, como en el amplio mundo digital del Internet.
En correspondencia, el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos – CDR, cumple más de 15 años salvaguardando los derechos de copia de las obras asociadas a su repertorio, compuesto en la actualidad por 61 casas editoriales afiliadas y 129 autores; así como por la red mundial de autores y editores representada en IFRRO, que hoy suma más de 150 países alrededor del mundo.
Gestión en el ámbito educativo
El año 2017 no se ha mantenido ajeno a esta temática, permitiendo que CDR avance con pasos firmes hacia la consecución de nuevas metas, principalmente en el ámbito digital educativo, en pro de los derechos de autor que cobijan a los titulares de las obras que representamos y protegemos.
De tal forma, CDR ha adelantado varios estudios y análisis con miras a establecer la forma en que distintas entidades de educación superior vienen haciendo uso de las nuevas tecnologías para compartir las obras textuales entre sus estudiantes y personal docente. Dichos estudios y diagnósticos han permitido establecer que las instituciones de educación superior emplean sus plataformas y aulas virtuales para publicar y compartir, de manera colectiva, obras protegidas por el derecho de autor, sin la debida autorización ni contraprestación económica a los titulares de dichas obras.
Este hecho singular es un signo de alerta que nos ha hecho revisar los contratos de licenciamiento digital que poseemos, reformulando los anexos técnicos de los mismos y del modelo de conciliación que hemos propuesto a distintas entidades, con el ánimo de lograr negociaciones que nos conduzcan a beneficiar tanto a los titulares del derecho, como a las entidades que hacen uso de dichos recursos.
En consecuencia, a la fecha el CDR ha enviado más de 320 cartas a universidades colombianas insistiéndoles sobre la importancia y obligatoriedad del reconocimiento al derecho de autor por los usos secundarios de las obras mencionadas. Este gigantesco esfuerzo ya ha empezado a rendir frutos, logrando que más de 60 universidades de Colombia, con programas virtuales y a distancia, hayan recibido en el transcurso del año la liquidación correspondiente a sus licencias digitales.
Avances con entidades de gobierno
En esta misma dirección, CDR ha venido trabajando de la mano del Ministerio de Educación, adelantando un trabajo de concientización en el ámbito universitario sobre las afectaciones que los usos no permitidos de las obras tienen sobre la industria editorial y el colectivo de los escritores colombianos, todo ello enmarcado en el tránsito de lo analógico a lo digital en los procesos educativos de la nación.
En dichos encuentros hemos hecho especial énfasis en la adquisición de las licencias necesarias que requieren las herramientas tecnológicas adquiridas y desarrolladas por las entidades de educación superior, que actualmente apoyan a estudiantes y docentes en el proceso de enseñanza.
Afortunadamente los entes gubernamentales tampoco se han mostrado ajenos a esta problemática. De tal forma, y contando con la asesoría del experto en derechos de autor, Dr. Fernando Zapata López, el CDR ha presentado un proyecto de artículo ante el MinTic y la DNDA en correspondencia con la propuesta de modificación a la Ley 23 de 1982. En resumen, este proyecto especifica que la titularidad originaria del autor sobre derechos patrimoniales y materiales, emerge de las obras solo por el hecho de la creación misma, debiendo por ello los usuarios de las obras, obtener la correspondiente autorización de los titulares, previa y expresa.
CDR ha llevado a cabo distintas reuniones con la finalidad de actualizar la Circular Conjunta entre la Procuraduría General de la Nación y la DNDA, documento de central importancia en la defensa de los derechos reprográficos en Colombia y que sirvió en años anteriores como herramienta de primera mano para el licenciamiento dentro de instituciones oficiales, universidades, ministerios, bibliotecas y alcaldías.
Finalmente, y con la intención de facilitar el pago de las licencias reprográficas, CDR ha dispuesto un completo sistema en línea de licenciatarios y liquidaciones, el cual permite la solicitud, registro y pago de licencias de una forma ágil y efectiva, entregando así, al alcance de todos, una herramienta transparente y eficaz para el reconocimiento económico de los autores y editores que representamos, tanto en Colombia como en el mundo.
*Redacción CDR