Las distintas sociedades de gestión colectiva agrupadas en IFRRO juegan un papel importante en la conservación e impulso de la cultura y el respeto por el derecho de autor en cada una de las áreas geográficas y países donde funcionan. IFRRO apoya la creación y el desarrollo de nuevas sociedades de gestión, a la vez que se interesa por desarrollar los temas relativos a la gestión colectiva y el respeto a los derechos de autor alrededor del mundo.
En esta perspectiva, la reciente reunión de sociedades de gestión latinoamericana, que se llevó a cabo en San José de Costa Rica los días 16 al 20 de mayo, buscaba apoyar el desarrollo de la industria editorial de este país, así como presionar al gobierno estatal costarricense para que otorgue la autorización de funcionamiento a la sociedad de gestión de este país, que cumple desde hace varios años con todos los requisitos legales necesarios para entrar en funcionamiento.
Entre los puntos a destacar, nos parece importante comentar el trabajo realizado sobre el documento de transparencia (TAG) para las sociedades de gestión colectiva, elaborado por la OMPI e IFRRO. Al respecto, es satisfactorio saber que el CDR viene cumpliendo todos los puntos especificados en dicho documento, teniendo la firme intención de continuar por esta senda y fortalecer nuestra ayuda a los autores afiliados hacia el año 2017, así como cumplir con el intercambio de regalías correspondientes a los convenios internacionales suscritos de nuestra parte, también para ese mismo año.
En cuanto al tema de informes de recaudo encontramos que el CDR mantiene un muy buen nivel de ingresos, teniendo en cuenta el volumen del mercado colombiano y el tamaño de la industria editorial de nuestro país. Continuamos aprendiendo y siguiendo el ejemplo de sociedades de mayor envergadura como CADRA (Argentina) y especialmente de CEDRO (España) que resulta un referente a seguir por sus numerosos proyectos y avances en la materia.
En el caso de Colombia, aún cuando en muchas universidades el servicio de fotocopias ha disminuido sustancialmente, nuestro recaudo no ha caído; por el contrario, hemos logrado aumentarlo con respecto al año anterior en un 23%, lo que representa una ardua labor realizada en la búsqueda de nuevas fuentes de financiación, así como la gestión de los derechos colectivos por los nuevos usos que se están dando a los textos, especialmente en el sector editorial digital. A la par que las tecnologías cambian, los usos de las obras cambian, y nos enorgullece saber que hemos ido dando pasos claves en esta materia.