El año 2020 trajo una nueva realidad al mundo del libro y la lectura y el campo de los derechos reprográficos tampoco pudo mantenerse ajeno a esta transformación.
Con una notoria disminución de los negocios de fotocopiado, el camino de las licencias digitales se ha perfilado como la principal esperanza para que los autores y editores de Colombia puedan seguir creando en medio de las difíciles circunstancias que se viven a nivel mundial.
Tras un año en que la educación tuvo que realizarse de manera forzosa a través de medios digitales, muchas empresas de fotocopiado que durante décadas prestaron sus servicios a la comunidad estudiantil se vieron obligadas a cerrar sus negocios. Algunas de ellas esperan la reactivación económica y el regreso de la presencialidad a las universidades, otras simplemente ya no existen.
Y es que la disminución y cierre definitivo de los negocios de fotocopiadoras y servicios de scanner en Colombia se convirtió en una realidad en el ámbito educativo, principalmente durante el año 2020. Según estimaciones previas del Centro Colombiano de Derechos Reprográficos hasta un 40% de los negocios que prestaban servicios de fotocopiado en Colombia cerrarían definitivamente sus puertas a causa de la pandemia.
Con una caída del 76% en licencias reprográficas para fotocopiadoras, el CDR también tuvo que reinventarse y encontrar en las licencias digitales el nuevo rumbo para seguir apoyando a los autores y editores de las obras escritas y publicadas en nuestra nación.
Nuevas épocas, nuevas formas de lectura
Sin embargo no todo resulta tan negativo en este panorama. A la par del abandono de las fotocopias, los estudiantes de todas las edades parecen haber accedido mayoritariamente a los libros en formato digital durante la época de la pandemia. Así lo demuestran múltiples estudios y mediciones sobre lectura alrededor del mundo que indican que la lectura de libros en medios digitales habría aumentado esta época entre un 50% al 150% dependiendo de la región geográfica.
Ciertamente algunos de los indicadores de lectura parecieran haber aumentado, debido al encierro y a la posibilidad de acceder a los libros desde casa de forma digital: a nuevas épocas, nuevas formas de lectura.
En tal sentido y volviendo al contexto nacional, resultó de suma importancia el acuerdo firmado entre la Asociación Colombiana de Universidades ASCUN y el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos en mayo de 2020 para reconocer los derechos de autor de las obras a las que acceden los estudiantes y docentes de manera digital. Gracias a dicho acuerdo el licenciamiento digital de las principales universidades del país hoy se encuentra en un 54%.
En todo caso, autores y editores de Colombia siguen esperando que las demás universidades y centros de educación superior reconozcan el uso que hacen de obras protegidas por derechos de autor en sus plataformas digitales. Solo de esta forma los distintos actores en la cadena del libro podrán seguir creando nuevas investigaciones y publicaciones en los campos más relevantes de la ciencia y la cultura.
Mayor visibilidad y reconocimiento a las obras de los autores y editores de Colombia
Con el fin de incentivar el conocimiento de las obras y los autores que las han creado el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos ha dispuesto recientemente en su página web el nuevo directorio de autores CDR en el que se dispone información actualizada de más de 110 creadores afiliados a esta entidad de todos los rincones de la geografía colombiana.
Además, el CDR ha desarrollado una herramienta única en su especie: el primer buscador de repertorio de obras en latinoamerica, el cual contiene información detallada sobre los cientos de miles de obras que representa Colombia, sumando los potentes repertorios de España y México. Este buscador ha sido desarrollado en colaboración con la entidad norteamericana Copyright Clearance Center con la cual el CDR también mantiene convenio de mutua cooperación.
Ambas herramientas permitirán dar mayor visibilidad a los editores y autores que representa el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos, incentivando su trabajo y el respeto generalizado por los derechos de autoria de sus obras y creaciones.
Fuentes consultadas:
La lectura de libros electrónicos se incrementó un 53% durante la pandemia de coronavirus